viernes, 9 de octubre de 2015

San Pedro

    

        Por cosas del destino y la orografía , el pueblo donde ahora vivo  , tiene un Montaña ,  llámalo Montaña  , llámalo Pico , llámalo Cerro ,

        Le llaman San Pedro .

        A 1.425 metros sobre el nivel del mar , a 479 si es desde aquel mar llamado Madrid .

        La caseta de los peones camineros marca la salida desde donde salvamos casi 400 metros de desnivel . Una prueba de esfuerzo en toda la regla , quince , dieciséis , diecisiete minutos y medio  . En ese tiempo , lo mas sonoro que escucharas serán tus jadeos , tus palpitaciones y a lo sumo , el lamento de tus compañeros de batalla si es que se han atrevido a entrar en ella .

        Salir tocando la tapia , pisar los cardos , las boñigas ,  iniciales escalones . Catar los primeros sabores a sangre en la boca mientras esta ,  a borbotones ,  inunda todo tu cuerpo llegando con dificultad a todo aquello que no lo necesite .

        Aparece de pronto la primera rampa , la primera de verdad , el resto han sido simples agrupaciones curiosas de roca  que harían perder el equilibrio a mas de un recién llegado . Adoptas entonces una postura que quieres a todas luces evitar , por mantener un decoro que poco interesa a estas alturas .

        Cuadrúpedo accionar .

        Saltas la primera tapia , siete minutos muy deprisa , ocho , muy despacio . Así medimos , juzgamos y evaluamos  el tiempo los “Verticaleros” . 

        Un mínimo remanso de tranquilidad , asoma a mitad del camino y te permite creer que vuelas , donde apenas te arrastras .

        Un segundo salto de tapia después levantas la vista hacia un horizonte empeñado en no serlo  y como casi siempre , una falsa cima te hace creer en la verdadera .

        No hay milagros aquí , no hay rezos al santo posible , si no estas a la altura , los segundos  o peor aún,  los minutos , te caerán como pesadas losas de granito .

        Vuelves a arrastrarte , encorvas la armadura , echas mano hasta del aire que no posees e intentas no desfallecer . Aquella batalla casi siempre inútil ,  casi siempre perdida de antemano contra el reloj parece llegar a su fin .

        Y de cincuenta días malos , sale uno bueno y con ese te quedas para intentar los cincuenta siguientes .


Mitica subida allá por el año 2003 


       

lunes, 31 de agosto de 2015

El niño que no quería ser Messi

Esta carta la escribí hace poco más de dos años , Alejandro , mi hijo mayor se iba a Irlanda a cursar el equivalente al 4º de la ESO y queríamos hacerle llegar a su “familia de adopción” en Killarney unos pequeños rasgos del chico que iban a conocer .

No he querido cambiar ni una letra , ni una coma ni un acento . Porque creo que lo que verdaderamente cambió fue mi vida y la de El .

Esto fué lo que escribí ...


      El niño que no quería ser Messi

      Supongo que todos los padres piensan que sus hijos son diferentes, que sus hijos son especiales e imagino que todas las cartas de este tipo comienzan diciendo exactamente esto. Lo cierto es que Alejandro siempre ha sido diferente, especial o al menos algo diferente y muy especial.

      Cuando vinimos a este País, lo primero que buscamos fue una institución donde el deporte y en particular, el atletismo, fuesen inculcados casi como una forma de vida. Tanto Claudia como yo hemos practicado esta disciplina durante digamos, siempre . Y sin embargo a nuestro hijo le ha dado por soñar, no ha parado de ser un soñador desde que despertó. Desde muy temprano le fué muy fácil expresarse, dibujando, escribiendo o de viva voz. Inventándose cuentos fabulosos, con personajes sacados de un bolsillo de madurez impensable para su edad.

      Nos preocupaba un tanto que esa actitud tan adulta pudiese causarle algún tipo de problemas de adaptación ante un mundo que está mucho más preparado para los Messi y los Raúl de turno, pero no ha sido así.

      Tiene una capacidad intuitiva para crear, el piano se ha convertido ahora en su "consola de videojuego" favorito. Sin haber recibido prácticamente ninguna formación musical nos asombra al verle  improvisando y componiendo piezas, supongo que el que sus padres carezcan de “oido” nos hace ver “sinfonías” donde probablemente solo haya “ruido”. Cualquier sitio es propicio para sentarse a leer, a escribir o a componer tras un piano, tan solo basta con tener un resquicio de tiempo libre, a ser posible en un día lluvioso y desapacible para que surja de su cabeza algo que inventar.

      Defensor , abogado de causas perdidas, buscador incansable de respuestas sin respuesta , Quijote sin caballo , excelente conversador con quien rehúya del dialogo banal, posee un verbo sagaz aunque a veces mordaz, con cierta tendencia a la desesperación cuando no interpretan su sentido del humor.


      A riesgo de resultar pretensioso , ni en el mejor de los sueños hubiese soñado con  tener un hijo asi, aunque no corra , aunque no quiera ser como Messi ;)