miércoles, 9 de marzo de 2016

    Tiempos Difíciles



       Sin ánimo de exagerar, o si, nunca se sabe, ha habido días de verano, días de anticiclón, primaverales mañanas y noches de luna llena en que hay más gente que piedras allí.

       Y mira que hay piedras, canchales, granito a dos manos, granito a cuatro pies.

       Me refiero a la cima de La Mali

       La Maliciosa , majestuosa y alpina , en la Sierra de Guadarrama de Madrid

       2.227 metros de altura y  no me preguntéis como, pero llegan en manadas, escuchando la llamada de la cumbre.

       Variopintos personajes convergen allí, unos se sientan en actitud contemplativa, otros devoran bocadillos a una velocidad que mil metros más abajo sería imposible de superar.

       Todos se quieren hacer una foto en el vértice, todos giran sobre sí mismos para otear  el horizonte

       Y a ninguno de ellos critico, porque Yo soy el primero en hacerlo, mas de una y más de setecientas veces, sudores y dolor mediante.

       La crítica no es el alma de este escrito.

      El tenor es otro

       ¿Que pasa allí arriba cuando llueven perros y gatos?

       ¿Que sucede allí en cumbre cuando desde abajo se intuye fiera e inexpugnable su altura?

       Cuando se imagina la nevada

       Cuando se presagia el vendaval

       Negatividad hecha pensamiento , temperaturas incluidas 

       ¿Existe entonces la cumbre?

       ¿Permanece intacto y quieto su vértice?

       A veces pienso que si, entonces imagino lo  incompatible con la vida que debe ser permanecer  allí 

       Y otras veces, las mas de ellas, pienso que no

       Que la cumbre se convierte en algo imaginario, algo soñado, algo que no puede ser real, algo que debe ser  definitivamente irreal

       ¿Quiénes moran en sus territorios entonces?

       ¿Cabras que desconocedoras del miedo y del frio hibernan hasta tiempos mejores?

       ¿Himalayistas, polacos rudos, rudos rusos, redundancia hecha gentilicio?

       Gente inexplicable de valor insensato  ó gente real de sensata  cobardía

       O quizás no pasa nada, absolutamente Nada

       Una Nada que sin embargo  lo es Todo

jueves, 14 de enero de 2016

El Plumas Verde

Hola

Permítanme presentarme, soy un plumas, un plumas verde, el Plumas Verde de Peter the Mali para ser más exactos



Suena arrogante verdad, pues si un poco, pero es que jolín, soy de marca, de color diferente – por no decir estrepitoso- y hemos vivido tantas cosas

Le conocí una mañana , era objeto de regalo , una gran amiga , mi dueña quizás , tuvo a bien dárselo  a este personaje de otrora cabellera rubia , mermada en su cenit desde hace años , pero con el alma intacta como me dicen dijo su vástago para celebrarle poéticamente un cumpleaños

Acudí a sus espaldas a no pocas carreras, pre y post entrenamientos regados con buen café y no menos buenos caldos

Eramos inseparables y cuando digo inseparables, uso el absoluto y completo adjetivo.

Puños y cuello perennemente ennegrecidos ,  perdonados y justificados por ello  por la tantas veces repetida frase de , “nada calienta mejor que esto”

Si  el invierno y sus fríos eran bien recibidos eran por mi aparición

Si, el invierno y sus fríos eran bien recibidos

Maravillosos paseos y paisajes, alguna vez transitados a mil por hora, “date la vuelta Peter, date la vuelta” dejando tras de sí una estela de nieve y mi yo mas interno, mis plumas

Aquella mañana de Tres, la del “no lo veo”, a escasos metros de cumbre.

Aquel  golpe tremendo, seguido de una supervivencia que duro una eternidad a muchos, muchísimos grados bajo cero que parecieron menos gracias a mi

Muchos me dieron por perdido, muchas plumas dejé en el camino, en un coche, en una casa, diversión asegurada de incredulidad infantil

Y ambos, como un ave fénix, milagrosamente,  parcheados resucitamos

Unidad indisoluble decían unos

Hombre anuncio decían otros

Y ahora que

Un reguero de cristales yace sobre mí

Unas manos que no reconozco

Ni un estilo de vida

Ni  frio, ni calor

Ni quitar , ni poner

Ni posadas en el Alto Sil

Ni caídas por el hielo

Ni  vino, ni café entre amigos

Quien eres Tú

Por qué me has robado?

Nunca seré tuyo

Mis parches y mis heridas viajan conmigo

Y Tú, ladrón de San Silvestres no me mereces

No soy tu plumas verde

Para Ti soy solo, una chaqueta

Y lo peor, no pienso abrigarte

Ni salvarte la vida