Hace 25 años , un doctor me dijo "hijo , usted puede practicar cualquier tipo de deporte , excepto atletismo" , proféticas palabras que desdeñe una vez cruzado el umbral del consultorio . En esa ocasión era una periostitis aguda y anteriormente una "Hemoglobinuria del deportista post-esfuerzo" (sangre en la orina para que nos entendamos) , los médicos parecían empeñados en desviarme de "El Camino" , pero esto ya era imposible .
Contemplaba la marathon olímpica de Los Angeles 1984 , mítica batalla entre Lopes , Speeding y Tracy , quería ser como ellos , corrí , nunca mejor dicho , a adquirir un libro titulado "Correr es Vivir" del doctor Fleury y asi , entre planes de correr cinco minutos y caminar otros tantos , he llegado hasta aqui .
Mi estructura ósea , o sea , mis huesos , se ha hecho invencible a punta de ser vencida . Una y otra vez he sentido la necesidad de levantarme cuando me creían ya derrotado . Quizás porque no se hacer otra cosa , quizás por una terquedad rayana en lo absurdo , lo cierto es que hecho del dolor un compañero inevitable de viaje , de este viaje con paradas y buenas vistas , pocas veces hecho en primera y casi nunca hecho en turista .
Como todos , en los inicios me empeñé en evangelizar y como casi todos en los "finales" me empeño en no hacerlo , el dolor es una opción que he decidido hacer mía en detrimento de un exilio deportivo que no tengo al Sol de hoy planteado .
Un ciclista italiano , sprinter para más señas , ni tan famoso , ni tan menospreciado , dijo una vez :
"Nunca seré nadie , pero nunca nadie será como Yo"
Sublime entrada. Qué más decir?
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