viernes, 6 de enero de 2012

Don Alvaro

    Yo era Arquitecto , siempre he mantenido que es una preciosa carrera para estudiar y una no tanto para ejercer . Sueños de estudiante en forma de formas imposibles , edificios que lucen siempre en contrapicados , sublimes extraplomos , etéreos voladizos , presupuestos ilimitados .  Sueños todos que se dan de bruces una vez obtenido , con mayor o menor insomnio , el título anhelado . Surgen los linderos , los permisos , los contratistas y los imposibles lejos de convertirse en probables han de convertirse en posibles .

    "Este edificio no tiene sexo" , espetaba el profesor Roig . "La Forma sigue a la Función" ("Form follows function") nos inculcaba Sullivan y terminaba por adoctrinarnos el apabullante "Menos es Mas" ("Less is more") del siempre perseguido Mies .

     Trabajé en varios estudios y en uno de ellos quedé marcado para siempre , el de Tomás Sanabria , de cientos de cosas que ví y aprendí , me quedo con la busqueda de la excelencia , de la perfección aunque esta no siempre se alcance . Aprendí a tener tantas manías como "El Doctor" , nunca volví a ver un "Alicatado" como un simple alicatado , todas las líneas tenían un cómo , un cuando y sobretodo un porqué .

    El hormigón armado era un crucigrama complejo y siempre divertido de entender . Y cuando este fraguaba , contemplabamos la belleza de la que era capáz .

    La penúltima vez que jugué a ser arquitecto lo hice de la mano de otro personaje extraordinario , Don Alvaro Siza , un maestro , un hombre aferrado a un cigarrillo y también a la busqueda de lo excelso , lo conocí en Ceuta , maravilloso rincón , confusión de Africas y Españas ,  testigo de un Auditorio blanco y perfecto.




     Y aunque a  veces me sorprendo con mis ojos escapando hacia aquellos sueños , lo mas cercano a la Arquitectura que hoy mismo poseo , vive cariñosamente guardado en una amistad absoluta que de solsticio en solsticio me habla de Ella ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario