"Este edificio no tiene sexo" , espetaba el profesor Roig . "La Forma sigue a la Función" ("Form follows function") nos inculcaba Sullivan y terminaba por adoctrinarnos el apabullante "Menos es Mas" ("Less is more") del siempre perseguido Mies .
Trabajé en varios estudios y en uno de ellos quedé marcado para siempre , el de Tomás Sanabria , de cientos de cosas que ví y aprendí , me quedo con la busqueda de la excelencia , de la perfección aunque esta no siempre se alcance . Aprendí a tener tantas manías como "El Doctor" , nunca volví a ver un "Alicatado" como un simple alicatado , todas las líneas tenían un cómo , un cuando y sobretodo un porqué .
El hormigón armado era un crucigrama complejo y siempre divertido de entender . Y cuando este fraguaba , contemplabamos la belleza de la que era capáz .
La penúltima vez que jugué a ser arquitecto lo hice de la mano de otro personaje extraordinario , Don Alvaro Siza , un maestro , un hombre aferrado a un cigarrillo y también a la busqueda de lo excelso , lo conocí en Ceuta , maravilloso rincón , confusión de Africas y Españas , testigo de un Auditorio blanco y perfecto.
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